
El presidente argentino expondrá en el Foro Económico Mundial y recibirá el Premio Röpke en Zurich. Además, mantendrá reuniones con empresarios internacionales, incluido el CEO de Coca Cola.
El presidente Javier Milei arribó a Suiza para participar del Foro Económico Mundial de Davos, marcando el inicio de la segunda parte de su gira internacional. Tras su paso por Estados Unidos, donde asistió a la asunción de Donald Trump, Milei estará acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y los ministros de Relaciones Exteriores, Culto y Comercio Internacional, Gerardo Werthein, y de Economía, Luis Caputo.
Mañana, el mandatario expondrá en el Foro Económico Mundial, donde también será condecorado en Zurich en una ceremonia que lo tendrá como expositor. Durante su visita, recibirá el Premio Röpke, otorgado por el Liberales Institut, un centro de pensamiento liberal clásico fundado en 1979.
Además, Milei mantendrá una reunión con el CEO de Coca Cola, James Quincey, y participará en el “Country Strategy Dialogue on Argentina”, un encuentro de trabajo con directivos de empresas y holdings internacionales. Entre los participantes estará el empresario petrolero Alejandro Bulgheroni, presidente de Pan American Energy Group (PAEG).
El presidente de Argentina también será parte del panel de expertos del Foro, que este año se centra en la creciente fragmentación global en áreas clave como el comercio, la tecnología y la movilidad laboral. Los economistas del Foro de Davos proyectan que las políticas monetarias y financieras que implemente Donald Trump en su segundo mandato tendrán un impacto global, con potencial para generar un cambio estructural en la economía mundial. Además, anticipan un aumento en las tensiones comerciales, especialmente entre Estados Unidos y China, que podría afectar las relaciones internacionales.
En su participación en Davos el año pasado, Milei había resaltado los peligros del avance del socialismo sobre el capitalismo de libre empresa, instando a los empresarios a no ceder ante la “casta política” ni los “parásitos que viven del Estado”.